Boda en Cerro Puerta

Y es que la boda en Cerro puerta ese viernes 13 empezó un poco chungo. No paraban de aparecer imprevistos y todo apuntaba a que el día prometía…

Para empezar, cuando llegué a casa del novio la temperatura del coche marcaba 50 grados. Encima de que el calor en Jaén es diabólico…

Pero no te lo pierdas, porque a pesar del calorazo que hacía de pronto empezó una tormenta en plan diluvio universal.

Aquí la empresa encargada de la decoración (la boda era civil y en exterior) llamó a la novia para decirle que con la lluvia no podían decorar según lo previsto…

Continuaron los contratiempos antes de llegar a la boda en Cerro Puerta

Para mejorar la situación, hubo un incendio en Jaén que inundó toda la atmósfera de humo…

Y por si fuera poco, el novio se encontró con un accidente de tráfico que le hizo llegar tarde, y cuando por fin llegó al lugar de la ceremonia la novia ya llevaba un rato esperando.

Total, que antes de empezar ya habían tenido todo tipo de imprevistos…

Hasta aquí la superstición del viernes 13, porque una vez que empezó la ceremonia todo fue perfecto.

Ya no llovía, el calor aflojó y todo siguió según su curso.

Un invitado especial que disfrutó a lo grande en Cerro Puerta

Lo peculiar de esta boda es que los novios tuvieron a un invitado muy particular: su hijo Dante de 3 añitos.

El pequeño fue cómplice de la unión de sus papis, cosa poco común, incluso los acompañó en el baile nupcial.

¿Bonito, no?

La lástima es que la boda tuvo que terminar a las 2 de la mañana por el Covid, pero hasta entonces el día fue intenso y bien aprovechado.

Espero que te guste esta sesión con tanta personalidad y un pelín “supersticiosa” 😜😜