Trash the dress en Jaén

El Trash The Dress en Jaén de Ángel & María

Este es el Trash the Dress en Jaén de Ángel y María. Dos personas muy distintas pero con una compenetración perfecta. Diríamos que son como el Yin y el Yang. Tengo la suerte de conocerlos bien y estoy muy orgulloso de poder haber formado parte de su gran día. Fotografiar su Trash the Dress fue algo muy especial para mí.

El lugar de su Trash the Dress en Jaén

Aquí os enseño una muestra de su Trash the Dress que hicimos en la Iglesia de Mata Bejid de Cambil, en la provincia de Jaén. Un lugar muy bonito adornado por las hojas de otoño que tanto quería María… ”Quiero hojas secas, ¡muchas hojas secas de otoño!” decía. ¡Y tanto que las tuvo! Cuando terminamos la sesión, podría adornar toda su casa con la cantidad de hojas que llevaba en su vestido de novia. Pero debo decir que eso también le daba un toque especial.

La duración de su sesión de fotos

La sesión Trash the Dress por Jaén de Ángel y María fue larga pero bastante entretenida, y es que duró prácticamente todo el día hasta que nos anocheció. Es lo que tiene conocernos tanto y tan bien…, que los novios se aprovechan de mí y yo me aprovecho de ellos hasta que ya se cansan y me dicen… «Ya no puedo más» 🤣🤣. La verdad es que siempre suelen ser los fotografiados los que me dicen hasta aquí, supongo que es porque mi trabajo me gusta y disfruto mucho haciéndolo, por eso se me pasa el tiempo muy rápido.

Volviendo a su sesión de fotos, como ya he dicho se nos hizo de noche. Aproveché para jugar y experimentar con luces navideñas, y bueno… creo que no salieron nada mal. Ellos se mostraron muy naturales, mucho más que en su sesión de pareja que hicimos meses atrás. Gracias a que tenían ya experiencia ante la cámara y estaban menos tensos, yo trabajé mucho más cómodo.

La magia que desprenden ellos daba luz a los colores más sobrios de ese otoño, amarillos, naranjas, rojos, verdes… Una mezcla perfecta para que salieran unas fotos muy bonitas. Yo estoy muy contento y espero poder repetir con ellos, porque han sido unos modelos ejemplares, ¡nunca mejor dicho!