Cómo celebrar una Boda en tiempos de Covid-19
Desde el año 2020 está siendo bastante complicado para aquellos novios que esperaban (o aún esperan) darse el Sí Quiero, y en general para todo el sector de las bodas. Y la pregunta que más nos hacemos es ¿Cómo celebrar una Boda en tiempos de Covid-19? No es algo fácil de responder pero daremos unas pautas básicas.
Situación actual del sector nupcial en tiempos de pandemia
Los fotógrafos y videógrafos (que es la parte que me toca personalmente) hemos perdido la mayoría de nuestros trabajos este año para ser pospuestos para 2021, lo que conlleva estar meses sin cobrar y con la correspondiente anulación de las expectativas económicas que teníamos para este año. Igual ocurre con los caterings, los restaurantes, las fincas, las agencias de viajes, los músicos, l@s wedding planner, o cualquier otro servicio de este sector. Todos estamos prácticamente parados.
Por ejemplo, l@s floristas además han perdido sus cosechas de flores por no poderlas utilizar en tiempos de confinamiento e incluso después, ya que puedes posponer la fecha de la boda pero no se puede parar la producción de flores.
A pesar de esto, hay que empezar a sacar el lado positivo de la situación y pensar que pronto estaremos celebrando las bodas como siempre lo hemos hecho. Pero ahora toca adaptarnos a las circunstancias y no vernos superados por esta pandemia que está cambiando todo el paradigma del sector de las bodas.
Características para celebrar las Bodas en tiempos de Covid-19
El Covid-19 está marcando una serie de características para las bodas y existe una nueva normativa, que está cambiando constantemente, y por la que tenemos que regirnos si decidimos celebrar nuestra boda en estos tiempos de pandemia. Estas nuevas normas pueden cambiar totalmente la idea que tenías en tu cabeza de cómo iba a ser tu boda, así que te las explicamos a continuación.
Ceremonias más breves e íntimas
Tanto si te casas por la iglesia como por lo civil, se intenta reducir la duración de la ceremonia para que no estén muchas personas juntas durante demasiado tiempo. Además, también se han reducido los aforos de la cantidad de gente que puede entrar a la iglesia, al juzgado o al ayuntamiento. Normalmente asisten los invitados más cercanos, como los padres, hermanos, amigos incondicionales o parientes más íntimos.
Hay más libertad para los que se casen por lo civil y en un lugar abierto, ya que las personas tienen más espacio para distanciarse y no hay tanta concentración de dióxido de carbono expulsado.
Bodas en espacios abiertos o cerrados
Si tu ceremonia es civil, algo que antes era una decisión con poca importancia, ahora es muy relevante a la hora de celebrar la boda. Teniendo en cuenta que posiblemente hayamos tenido que cambiar la fecha, si antes teníamos pensado casarnos en mayo y al aire libre, no es lo mismo si nos casamos en noviembre que, casi con total seguridad, no tendríamos más remedio que hacerlo en el interior del restaurante.
Además, según si quieres hacerlo al aire libre o en un espacio cerrado, debes ceñirte a la normativa ajustándote al número de personas que pueden estar en un espacio o en otro. En un espacio abierto el aforo es del 100% y en un espacio cerrado es del 75%, aunque esto depende de cada Comunidad Autónoma, y además puede variar según los cambios y la evolución del momento del coronavirus. En Andalucía, las bodas no pueden superar los 300 invitados en exterior y 250 en interior.
Número de invitados para bodas covid
Quizás esto sea de lo que más daño está haciendo a los novios que deciden casarse en el 2020 o 2021. Si la lista de invitados era corta o se pretendía hacer una boda íntima, esto no supone un problema porque no faltará nadie en su día especial.
Si la lista de invitados era larga, van a tener que reducirla considerablemente para que únicamente puedan asistir los familiares y amigos más cercanos. Aquí se presenta la duda de si queremos pasar nuestro gran día con todas esas personas que teníamos en la lista, o si es más importante unirse en matrimonio lo antes posible, esté quien esté.
Hay una gran mayoría que ha optado por posponer la boda al 2021, pero hay otra parte que ha decidido celebrarla aunque haya invitados que tengan que quedarse fuera o incluso invitados que deciden no asistir por el miedo o la inseguridad de estar en un lugar con tantas personas a la vez. Esto ha hecho que en parte volvamos a épocas pasadas donde las bodas eran más íntimas, sin tanta parafernalia, espectáculo ni materialismo.
Mascarillas nupciales
Pues sí, existen las mascarillas para bodas, y es que el coronavirus y su uso obligatorio de la mascarilla no nos ha dejado más remedio que reinventarnos y sacar provecho y beneficio de la situación en la que estamos.
Tanto la novia como el novio pueden hacerse una mascarilla personalizada para su gran día. Las pueden hacer individuales, generalmente acordes a su vestimenta para ir conjuntados al máximo, o también combinadas, es decir, que las mascarillas de ambos estén relacionadas y coordinadas y expresen algún mensaje de amor o de unión entre ellos.
Pero los invitados también pueden ir con sus trajes y vestidos a juego con la mascarilla, incluso si hay que hacerle algún arreglo a la ropa, de esa misma tela nos pueden hacer la mascarilla, y generalmente, a un precio asequible.
Esta es una manera de ver positivamente el tener que llevar este complemento tan molesto e incómodo, ya que además no es muy agradable ir a un evento tan especial en el que ni siquiera podemos besarnos ni abrazarnos.
Medidas de higiene
En todos los restaurantes o espacios para eventos a los que vayamos a asistir en una boda deben tener unas medidas de higiene protocolarias. Por ejemplo, siempre al entrar deben tener gel hidroalcohólico y todos los invitados deben usarlo obligatoriamente. Lo mismo ocurre en los baños, donde debemos disponer de gel desinfectante o de jabón para utilizarlo al entrar y al salir del aseo.
Hay que procurar no tocar ni suelos, ni la barra de bebidas, ni barandillas, ni pomos de puertas, y si lo hacemos debemos lavarnos las manos rápidamente.
Distancia de seguridad
Cuando pensamos en un evento con muchas personas como es una boda, es difícil creer que se va a poder cumplir una distancia de seguridad considerable entre todos o entre la gran mayoría. Actualmente, en la nueva normalidad, debemos mantener una distancia de 1,5 a 2 metros, y ya me diréis la cantidad de espacio que hace falta para cumplir esa medida en una boda medianamente grande…
En el banquete, una vez sentados en la mesa, ya nos podemos quitar la mascarilla para comer, y como las distancias no van a ser amplias, el restaurante debe ceñirse a la normativa y poner un máximo número de personas por mesa (10) para que no haya demasiada concentración.
Si ha terminado el banquete y ya estamos en la barra libre, hay que mantener estrictamente las distancias aunque tengamos las mascarillas puestas, ya que se acumulan muchas personas y hay que ser lo más cuidadoso posible.
Un banquete diferente
Quizás pasamos mucho tiempo decidiendo qué menú poner en el banquete y qué servicios extra contratamos, como por ejemplo unos cubos helados con botellines de cerveza, un carrito de patatas fritas o de palomitas, una tabla de quesos, o incluso un buffet libre para la copa de bienvenida. Pues hoy en día, con el covid, ya no se puede hacer uso de este tipo de servicios.
Ya no se puede ofrecer comida en un plato o en una bandeja en la que puedan coger varias personas de ese producto, sino que tiene que ponerse en platos individuales para que solamente una persona pueda meter mano. Por ejemplo, si nuestro menú de boda tiene una serie de entrantes para colocarlos en el centro, ya debería de cambiarse el sistema de organización y emplatarlos de forma individual.
Esto se hace como medida de prevención e higiene frente al Covid-19, ya que una de las medidas estrictas es que no se puede compartir comida, y menos, en una boda en la que estamos con gente no tan allegada.
La barra “libre”
La barra libre como la conocíamos hasta ahora ya no existe, ya que tenemos una serie de restricciones que hacen que precisamente libertad no tengamos. Para empezar, no podemos juntarnos con nadie en la barra para pedir alguna copa o bebida, por lo que debemos acercarnos cuando no haya nadie o cuando podamos mantener las distancias.
Tampoco podemos tocar la barra, así que debemos mantenernos un poco separados del mostrador y del camarero que nos atienda y pedir nuestra bebida además con mascarilla.
Uno de los puntos fuertes es el baile, no el de los novios, sino el de los invitados. Ya no se puede bailar unos con otros como antes hacíamos hasta las tantas de la madrugada o de la noche, ahora nos tenemos que mantener sentados o distanciados con nuestra copa en la mesa, guardando una distancia prudencial y sin gran cúmulo de personas en una misma mesa.
Originalidad y creatividad
Si algo vamos a sacar positivo de las bodas que se están celebrando o se van a celebrar durante la pandemia del Covid-19 es que afloramos la creatividad con la que podemos aportar algo bueno a nuestra boda. Los novios van a pensar maneras diferentes de pasar ese día tan especial y que los invitados se sientan lo menos incómodos posible frente a la situación.
Empezando por las mascarillas tan originales que estamos ya viendo en las bodas y continuando con todo tipo de detalles únicos que se están ingeniando tanto los novios como l@s wedding planner, para que ese día tan especial mantenga su esencia, pero además, con inventiva e imaginación.
¿Me caso ahora o en 2021?
Esta es la gran duda que tienen los novios de hoy en día, y es que hacer la celebración ahora o más adelante depende de bastantes factores. Por ejemplo, depende de la cantidad de invitados que tengas o que quieras para tu boda. No es lo mismo una boda de 100 personas que de 300, por lo que tendréis que decidir qué tipo de boda queréis. No es lo mismo que de esos 300 haya 150 que sean amigos y gente joven y que hagáis de vuestra boda una fiesta… que solamente 100 personas y que sean familiares cercanos que siempre suelen ser de más edad y por tanto una boda algo más tranquila.
Otra cosa importante es qué invitados quieres que estén en tu boda, por ejemplo, si tienes invitados que vienen de otras provincias o incluso del extranjero, quizás no tengan tantas facilidades como otros para viajar, para coger vuelos o para salir de su lugar de residencia. Si tienes algún hermano/a que vive fuera, seguramente modifiques tu fecha en función de cuando él o ella pueda asistir, pero si es un amigo podría entenderse que no se tenga tan en cuenta.
Y un dato no poco importante, ¿queréis arriesgaros o arriesgar a los vuestros a estar expuestos al Covid-19? Viendo los datos actuales y las estadísticas que tenemos a diario, hay que tenerlo en cuenta, ya que están surgiendo rebrotes por diferentes puntos del país y que sobre todo salen de eventos multitudinarios.
Otro dato a tener en cuenta es que en el próximo año no sabemos cómo estará la situación y eso supone mucha mucha incertidumbre. Puede que hayan sacado una vacuna o no, o incluso que estemos peor que ahora. Por tanto será una decisión muy personal en la que tenéis que poner muchas cosas en valor.
Si queréis hacer una fiesta de vuestra boda y además sois personas de contacto, de besos y abrazos a tutiplén y de disfrutar al máximo con los vuestros, os recomiendo que aplacéis vuestra boda. Si por el contrario estáis concienciados de que será una boda íntima con las personas justas y necesarias, o incluso os apetece casaros ahora para vivir una experiencia y que sea algo totalmente fuera de lo normal, adelante. ¡¡En el sector de las bodas os estamos esperando!!
2021: Una odisea para encontrar fecha de boda
Si os habéis decidido a posponer la boda a 2021, ahora llega la segunda parte, ¿quedará alguna fecha acorde a vuestros gustos y necesidades? Es lógico encontrarnos con este problema porque el coronavirus ha hecho que la gran mayoría de las bodas de 2020 pasen al 2021, además de las que ya había para ese año.
Si tenéis que buscar un día para casaros en 2021 posiblemente tendréis que hacerlo ampliando vuestras opciones, es decir, eligiendo la fecha en una época del año que no pensábais, como en invierno o en otoño, o en un viernes o domingo porque los sábados están a tope.
Pero no os vengáis abajo, porque estas opciones también pueden ser bastante buenas si se plantean bien. Casarse en invierno o en otoño puede daros unos paisajes increíbles, temperaturas suaves, o ideas originales como hacer bodas temáticas como por ejemplo, en Navidad.
Casarse en viernes o domingo también tiene sus ventajas. Si os casáis en viernes tenéis todo el fin de semana para descansar y reponer fuerzas, podéis aprovechar y haceros vuestra postboda, o incluso los invitados que vengan de fuera tienen más tiempo para poder regresar y descansar antes de que empiece la semana.
Lo importante es disfrutar de vuestro día y ser felices, así que debéis sopesar todas las opciones y decidir con el corazón.
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